Las cookies solo están ahí para mantener un cierto estado entre diferentes solicitudes HTTP al mismo sitio web. Este tipo de estado se puede usar para varias cosas: mantener las preferencias del usuario, mantener un usuario autenticado después del inicio de sesión, pero también para rastrear al usuario a costa de su privacidad. En otras palabras, algunos casos de uso se consideran importantes y válidos y otros a menudo se consideran malos.
Solo porque los casos de mal uso sean posibles, las cookies no deben ser prohibidas. En primer lugar, no resuelve el problema de seguimiento, ya que existen otras formas de realizar el seguimiento de los usuarios (por ejemplo, mediante el uso de recursos específicos del usuario en caché en el navegador). Solo hace que los casos de uso deseables para las cookies sean más difíciles de implementar.
Para abordar el problema de la privacidad, las soluciones técnicas solo pueden proporcionar una solución a medias, la verdadera solución debe provenir de la sociedad. Si la privacidad se considera un objetivo que vale la pena, se pueden aprobar leyes que prohibirán las actividades que se consideran demasiado invasivas para la privacidad, sin importar si se hacen con cookies, huellas digitales del navegador o cualquier tecnología que se presente a continuación.
Sin embargo, algunas soluciones técnicas son posibles y también se implementan en algunos navegadores o extensiones, como el bloqueo de la mayoría de las cookies entre sitios. Estas soluciones probablemente funcionarán mientras la mayoría de los usuarios no las utilicen. Si estas técnicas están demasiado en uso, se utilizará otra tecnología de rastreo, siempre que el rastreo aún se considere legal.