Piense en las cookies como tarjetas que le fueron entregadas en, por ejemplo, un centro comercial.
- Comienzas en la tienda A y te dan una tarjeta de descuento con tu compra para tu próxima visita.
- Tan pronto como ingresa a la tienda B, se le otorga una tarjeta con un descuento "si se usa hoy".
- Cuando toma una bebida, se le entrega una tarjeta con beneficios en la tienda D.
(todas estas tarjetas se usan para rastrearte, pero no son realmente "peligrosas")
Además, hay otras tarjetas utilizadas por el personal:
- Los cajeros usan una tarjeta de empleado para abrir el registro
- Necesitas una tarjeta especial para entrar al vestuario
- O para abrir tu casillero
Sin mencionar las tarjetas de crédito utilizadas para pagar las operaciones, o en el cajero automático.
Como puede ver, estas tarjetas pueden servir para muchos propósitos múltiples. Pueden almacenar un descuento, ser usados para recordar la última vez que compró X (con el fin de hacer más publicidad de ellos o de ellos), o tener en cuenta que puede ingresar a una habitación especial.
Las
cookies son como estas tarjetas, no peligrosas per se (aparte de su privacidad, quizás), ni tampoco permiten el acceso a sus actividades (sean las que sean) desde la tarjeta correcta. Sin embargo, tener acceso a las cookies de un usuario diferente podría permitir el acceso a lugares que no estaban destinados a esa persona, sino al usuario original.