Para dibujar una analogía, enviar paquetes sin cifrar es como enviar postales en el correo, mientras que enviar paquetes encriptados es como enviar sobres sellados. En ambos casos, el remitente y el destinatario son visibles para el cartero (el enrutador), pero en un caso, el contenido del paquete no es visible para él.
Si el enrutador está observando y contando los paquetes que envía, el cifrado de sus datos no detendrá el recuento de la cantidad que envía. El enrutador sabe quién envió y quién recibirá todos los paquetes que pasan a través de él; pero con los paquetes encriptados no sabe qué había dentro (el contenido) de esos paquetes.
En su situación específica, si necesita iniciar sesión en una cuenta para usar el WiFi de la compañía, su compañía está vinculando cualquier uso de datos a esa cuenta. Si no está iniciando sesión (es decir, si está utilizando algún tipo de cuenta genérica de invitado o visitante), tendrían que vincular el uso de datos al dispositivo específico que está utilizando.