Hasta hace poco, tenía la impresión de que el número de seguridad social no era suficiente para realizar el robo de identidad y que, en la práctica, al menos necesitará el nombre y del SSN de la víctima.
Sin embargo, los eventos e historias recientes me han hecho comenzar a cuestionar esta suposición. ¿Saber solo el número de seguridad social es suficiente para que alguien robe una identidad? ¿Sería posible (o realista) si también tuviera en cuenta los posibles ataques de ingeniería social, presumiblemente contra las agencias estatales, que podrían revelar información privada adicional mediante el uso del SSN conocido?