Al no ser un experto en seguridad, tengo una pregunta bastante teórica en la que he estado pensando durante bastante tiempo:
Imaginemos un software de encriptación que toma una contraseña provista por el usuario, la pasa a través de una función de derivación de clave y luego usa su salida como clave para AES-256 para cifrar un archivo. Asumiendo un espacio clave de 100 caracteres y además suponiendo que un atacante conoce la configuración y es consciente de la longitud de la contraseña, es correcto decir que agregar más caracteres a una contraseña de 39 caracteres no aumenta la seguridad del usuario porque 2^256 < 100^39
y, por lo tanto, ¿el atacante preferiría intentar forzar con fuerza bruta la clave derivada real en lugar de la contraseña ingresada por el usuario?
(Soy consciente de que forzar una contraseña aleatoria de esa longitud es completamente inviable ahora y en el futuro previsible)